Busco una sonrisa, una mirada, algo que me guié...

viernes, 30 de mayo de 2014

Siempre quise lo mismo.

Un reloj que sepa detenerse en los mejores momentos de toda mi vida.

Por dentro.

Era hermoso, pero no como esos chicos de las revistas. El era hermoso, por la forma en que pensaba. El era hermoso, por esa chispa en sus ojos cuando hablaba de algo que el amaba. El era hermoso, por la capacidad de hacer que otras personas sonrían, incluso si estaba triste. No, el no era hermoso por algo tan temporal como su aspecto. El era hermoso, en el fondo de su alma.

Bellas mentiras y tristes realidades...

La muerte le pregunta a la vida:
¿Por qué a mi todos me odian y a ti todos te aman?
La vida responde:
Porque yo soy una bella mentira y tu una triste realidad.
Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.
Pero tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal...
Haz ver que me olvidas.
Y me acabarás olvidando.
De verdad.
 

Siempre

Llevaba un ángel en su sonrisa y mil demonios en su cabeza.

Vivir.

Reírse hasta que te duela. Enamorarse. Una ducha caliente. Un mensaje. Escuchar la lluvia. El principio de una canción. Un café caliente. Los viajes en coche. Tener un sueño bonito. Ganar un desafío. Tomar de la mano a alguien que quieres. Oír las risas de tus amigos. Oler el césped recién cortado. Encontrarte por la calle con un viejo conocido. Ver amanecer. Hacer un regalo. Despertar y ver que aun te quedan horas para dormir. Escuchar de manera casual a alguien que dice algo bonito sobre ti.
Eso es vivir...

Algún día...

Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar los dedos por tu piel y que convierta en palabras tu mirada.
Algún día.