Nadie
puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe,
hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por
ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa
pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un
qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros
continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como
el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el
espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.
Pero
tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te
note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal...
Haz ver que me olvidas.
Y me acabarás olvidando.
De verdad.
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